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viernes, 10 de abril de 2009

Manifiesto de la Coordinación Revolucionaria

MANIFIESTO A LA NACIÓN No. 11

¡¡¡Lograr la liberación de México y una patria nueva o morir por ella!!!
A los pueblos de México.
A los pueblos del mundo.

El alazán de Zapata relincha preparándose para nuevas batallas.

La crisis económica actual beneficia a los poderosos de siempre, es una oportunidad para que los más acaudalados, los enlistados en Forbes, los que especulan, monopolizan y saquean, continúen siendo favorecidos por los gobiernos en turno. Una muestra es la línea de crédito por 47 mil millones de dólares, solicitados por el gobierno espurio, que servirán para salvar a banqueros y grandes empresarios; deuda, que desde luego será endosada al pueblo con nuevos fobaproas.

A los poderosos, la crisis les permite depredar aún más nuestros recursos naturales, con el pretexto de la creación de empleos nos despojan de tierras, bosques, aguas, petróleo. Los pueblos originarios, pierden hasta el derecho a preservar sus semillas ante el monopolio de los transgénicos y los agrotóxicos. El único que manda es el dios dinero, el capital.

La política neoliberal, implementada durante estas tres décadas por los gobiernos priistas y panistas es de absoluto abandono al campo. Ya que sin recursos económicos básicos para la producción agrícola, los jornaleros se ven obligados a emigrar hacia Estados Unidos y otras ciudades. Es decir, el capital nos ha desalojado y se ha apropiado de nuestras tierras, nos ha mandado a ciudades extrañas en las que siempre seremos los marginados y nuestras tierras ancestrales han quedado abandonadas.

Hoy, ante la crisis global producto de la especulación, miles de trabajadores mexicanos migrantes, se han quedado sin empleo y son objeto de recrudecidas actitudes xenofóbicas, situación que los obliga a regresar a su tierra donde las deplorables condiciones de vida los enfrenta también a un futuro incierto, sin empleo o con salarios de hambre, mientras tanto, los escasos recursos destinados al campo siguen siendo acaparados por desgobernadores, lideres corruptos, caciques, presidentes municipales, pripanperredistas, que con esta forma sucia de ejercer la política han asegurado hasta ahora sus cotos de poder.

La voracidad del neoliberalismo impulsa el despojo de las tierras ejidales, la tala de árboles y la deforestación, el acaparamiento de las aguas por las empresas trasnacionales, las expropiaciones de las tierras para la construcción de hoteles, tiendas de autoservicio, para la gran industria, o la construcción de autopistas, etc., permitiendo por un lado el fortalecimiento de la infraestructura capitalista y por el otro, el empobrecimiento de la vida y de las condiciones de existencia de los pueblos.

El campo mexicano ha recibido por parte del Estado mafioso, la represión sistemática acrecentándose la militarización y el hostigamiento a las comunidades campesinas en donde la organización es más evidente, baste para muestra la represión contra la lucha del Frente de Pueblos por la Defensa de la Tierra (FPDT), la lucha que libran los campesinos en Guerrero, Morelos, Michoacán, Chiapas, Oaxaca, Chihuahua, Zacatecas entre otros.

Para acallar la voz del pueblo, el estado mexicano silencia las voces de las radiodifusoras comunitarias en Oaxaca, Guerrero, Michoacán, la Huasteca, amenazan, encarcelan y asesinan, se acrecienta la represión selectiva contra luchadores sociales, es decir, se criminalizan las luchas.

Sólo un año nos separa del centenario del levantamiento de Zapata al frente del Ejército Libertador del Sur (ELS) y no se han resuelto, ni resolverán en el corto plazo las demandas enarboladas en la revolución de 1910. Hoy son las mismas.

Para nosotros, los mexicanos de abajo, es el momento de organizarnos y luchar por preservar nuestra nación, tierras y aguas. Por forjarnos un presente y un futuro dignos.

Todo pareciera indicar que es la hora de ellos, pero no, es la nuestra. Es la hora de prepararnos para la defensa constante de lo que nos pertenece y la recuperación de lo que nos han quitado.

En la Constitución, quedaron plasmados los derechos a la salud, educación, empleo, vivienda digna, garantías individuales, igualdad de todos los mexicanos ante la ley, y luego, a través del tiempo, reforma tras reforma, la fueron cercenando, violentando su esencia, a modo tal que hoy defiende prioritariamente los intereses de la clase en el poder.

Es la hora de alzar la voz, de apretar más el puño, de apresurar el paso, de recordar, que a los presos de conciencia, como Ignacio del Valle, Gloria Arenas y Jacobo Silva, por mencionar a algunos, solo los puede liberar la lucha del pueblo.

¿Podemos creer que sólo por medio de elecciones, leyes y discusiones en el Congreso vamos a obligar a los ricos a no ser tan injustos y avorazados?

¿Podemos creer que la falsa izquierda, modosita, amaestrada y experta en componendas para hacer como que lucha, garantiza la defensa de los intereses populares?

Es hora de recurrir a todas las formas de lucha. El México que queremos no nos lo van a dar los saqueadores y sus cómplices. ¡Lo estamos construyendo nosotros, los de abajo!

Por eso, este 10 de abril, no sólo vamos a gritar vivas, ni a guardar minutos de silencio, por la muerte del General Emiliano Zapata, ni a señalar la dimensión de su victoria moral, dirigiremos nuestra voluntad a continuar e intensificar la lucha diaria. Nuestro brío no es el único ni el mejor, pero sumado al de otros, quiere crecer y coadyuvar a construir la patria solidaria y democrática, que soñamos los excluidos. Es el turno de los siempre despojados, humillados y violentados, es el turno del pueblo. La decisión de muchos empuja la nave de la historia hacia mejores horizontes.

¡POR LA UNIDAD DEL PUEBLO, LA COORDINACIÓN REVOLUCIONARIA!

Movimiento Revolucionario Lucio Cabañas Barrientos
MRLCB
Tendencia Democrática Revolucionaria-Ejército del Pueblo
TDR-EP
Organización Insurgente 1º de Mayo
OI-1M
Brigada de Ajusticiamiento 2 de Diciembre
BA-2D
Unidad Popular Revolucionaria Magonista
UPRM

República Mexicana, 10 de abril de 2009.


¡TODO EL PODER AL PUEBLO!

Comunicado del Comando Jaramillista Morelense 23 de Mayo

COMUNICADO 18

…El pueblo, y más las futuras generaciones, no podrán vivir esclavos y será entonces cuando de nueva cuenta nos pondremos en marcha, y aunque estemos lejos los unos de los otros no nos perderemos de vista y llegado el momento nos volveremos a reunir. Guarden sus fusiles, cada cual donde lo pueda volver a tomar...
(Rubén Jaramillo, 1918).
A los pueblos de Morelos
A los pueblos de México.
A los pueblos del mundo.

Este 10 de abril no basta para nosotros conmemorar los 90 años del asesinato del general Emiliano Zapata, porque hemos determinado llevarlo presente por siempre en la cotidianidad de la lucha diaria por la transformación radical y profunda de nuestra sociedad.

De manera que ante la crisis global, “que viene de fuera”, como lo desgañitan a diario los voceros del espurio “lipe”, los campesinos y pueblos de Morelos, campesinos zapatistas de origen, los excluidos y condenados a soportar la desigualdad del sistema capitalista, hacemos un alto en el andar para hacer un balance y reflexionar el cómo estamos trabajando, el cómo estamos construyendo el legado de zapata, el cómo podemos hacer mejor las cosas para continuar resistiendo y sembrando libertades.

El estado de Morelos se caracteriza por tener un clima agradable con sus abundantes barrancas por la que circulan las aguas que se unen al rio balsas, por otro lado son fuentes conductoras por la cual circulan los aires fríos del norte y los cálidos del sur, lugar donde brotan los abundantes manantiales y mantos acuíferos gracias a la sierra del norte que funciona como captadora y re cargadora de aguas, también llamada el corredor biológico Chichinautzin hasta llegar al volcán Popocatépetl y la sierra de Montenegro, convirtiéndose así en un lugar propicio para la agricultura, la ganadería y el turismo.

Sin embargo en este mismo territorio conviven dos Morelos: el Morelos de los de arriba, el de los grandes centros turísticos y comerciales, donde se reúnen y acuerdan los señores del poder y del dinero; donde los caciques han sentado sus reales para saquear los bancos de arena, destruir las economías locales, apoderarse de grandes territorios de tierras como en la sierra de Huautla, para destruir los bosques, flora y fauna, mediante la tala inmoderada, el ensanchamiento de complejos habitacionales sobre zonas históricas de cultivo, el acaparamiento de zonas estratégicas por parte de la coca cola para la extracción de agua, etc.etc.

Y el Morelos de los de abajo, donde se resiste y se lucha cotidianamente, donde las consignas ¡Zapata Vive! ¡La lucha sigue! Se escuchan y se corean por todos los rincones del estado, desde los pueblos de Xoxocotla pasando por los pueblos de Alpuyeca, de Temixco y de Cuernavaca, donde se lucha contra el basurero del señor Giles en loma de Mejía, en el norte están Ocotepec y Cuajomulco pueblos de guerreros en defensa de sus bosques, de sus usos y costumbres, donde se rescatan, reinventan y se defiende la cultura otra.

Podemos decir que en diversos lugares de Morelos se construye ya, la otra ruta zapatista, la ruta de los guerreros, que han determinado frenar y resistir al capital y su expresión neoliberal, para recuperar, rescatar y defender su propia existencia, construyendo nuevas formas de interactuar entre iguales como seres humanos, con el medio ambiente, cuidando los bosques, aguas y combatiendo la cultura consumista que produce toneladas de basura, que cada día contamina el medio ambiente.

La cultura otra, esa, la del poder popular, la que se construye cotidianamente desde abajo, entre los hombres y mujeres, en calidad de iguales, de manera horizontal, con sus propios medios, reconociendo las diversos sentimientos de rebeldía, es el tirante de la resistencia y la lucha de los desposeídos, de los que bregan por un mundo más humano y solidario, de aquellos pueblos que están en el esfuerzo por la construcción y recuperación de su cultura; como las radios comunitarias que contribuyen a que otro mundo sea posible, o la de aquellos mujeres y hombres que resisten el embate de los medios gubernamentales como el caso de la radio y televisión del congreso, no olvidemos a los maestros que luchan y enfrentan con dignidad el constante acoso gubernamental que trata por todos los medios de imponer la ACE, o de los pueblos que permanentemente son agredidos por los fuerzas militares y policiacas estatales y federales, por defender sus usos y costumbres, la toma de sus decisiones colectivas; también los constantes acosos a artistas y cineastas que han determinado asumir una actitud honesta, y ponen todo su esfuerzo porque su actividad y creatividad plasme una visión crítica de la realidad existente.

Por todo esto, saludamos y llamamos a los excluidos del planeta y en especial a los de nuestro estado de Morelos, a mantenernos atentos ante la intransigencia de los gobernantes que pretenden con el préstamo de 47 mil millones de dólares, rescatar las industrias y los bancos de los barones del dinero que en realidad se pudren en riquezas.

No permitamos que los pueblos que eligen en asambleas a sus representantes populares, sean agredidos por fuerzas policiacas y militares.

No permitamos que los pueblos que determinaron defender el agua, que es un deber de todos sean reprimidos o asesinados.

No permitamos que se sigan dando los asesinatos contra las mujeres en todos los rincones del estado.

No permitamos que los obreros trabajadores de las fábricas e industrias sean utilizados por la clase empresarial, para presionar al estado y recibir mayores prebendas ante la supuesta quiebra de sus empresas.

Organicémonos y luchemos ante la intransigencia de los gobernantes que pretenden “embellecer” para la gente “bonita” el centro histórico de Cuernavaca, “limpiándolo” de comerciantes indígenas, limpiaparabrisas y ambulantes

Ante la pobreza, resistamos y luchemos para no continuar vendiendo los campos de cultivo que más adelante serán las bases de nuestro propio desarrollo.

No permitamos el engaño del señor Javier Orihuela con su negociado bio relleno metano génico, que en realidad vendrá a contaminar más los mantos acuíferos, bosques y a los pueblos que viven alrededor.

No quitemos el dedo del renglón ante la lucha en contra de los proyectos devastadores carreteros en Lerma-Tres Marías, libramiento norponiente y el proyecto siglo 21 con la autopista del sol.

Finalmente para el pueblo en lucha mientras exista la injusticia y la pobreza, seguirá vigente la lucha de los pueblos Zapatistas.

COMANDO JARAMILLISTA MORELENSE 23 DE MAYO
CJM-23M
¡¡¡CONTRA EL NEOLIBERALISMO, EL PODER POPULAR!!!
¡¡¡POR EL SOCIALISMO: VIVIR, LUCHAR, VENCER!!!
¡¡¡SER PUEBLO, HACER PUEBLO, ESTAR CON EL PUEBLO!!!
TENDENCIA DEMOCRÁTICA REVOLUCIONARIA - EJÉRCITO DEL PUEBLO
TDR-EP

Campamento revolucionario, Sierra de Huautla, Tlaquiltenango Morelos a 10 de abril del 2009


¡TODO EL PODER AL PUEBLO!

Inés, violentada sexualmente por militares en Guerrero

No sé que más quiere el gobierno, solo pedimos justicia

Por Sandra Torres Pastrana/enviada

Ayutla de los Libres, Gro. (CIMAC).- A mí me violaron militares, el año pasado me mataron a mi hermano Lorenzo, integrante de la Organización de Pueblos indígenas Me´phaa (OPIM) y quién me apoyó en todo momento para hacer mi denuncia.

Además, el hermano que me queda, Ocotlán, está amenazado de muerte junto con mi esposo, dos de mis sobrinos miembros de la OPIM estuvieron en la cárcel injustamente. Vivo con miedo por mi hijos y por mí, no sé que más quiere el gobierno, nosotros lo único que hemos pedido es justicia.

Así resume Inés lo que ha sido su vida desde el 22 de marzo de 2002, cuando fue atacada sexualmente por militares en su casa, en Barranca Tecuani, comunidad en Ayutla de los libres, Guerrero. Su relato es conocido por Cimacnoticias a través de su traductora y presidenta de la OPIM, Obtilia Eugenio Manuel, pues Inés solo habla Me´phaa.

Dice Inés que la impunidad que hay alrededor de cada una de las injusticias a las que han sometido a su familia y a otros miembros de la OPIM es porque al gobierno le enoja que ellos se organicen y porque su caso llegó hasta la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), porque las autoridades del país no me pudieron arreglar su problema.

El caso de Inés fue presentado ante la CIDH en junio de 2004, después de agotar las instancias de justicia nacionales, lo que se tradujo en un evidente estado de impunidad y falta de acceso a la justicia que prevalece en México. El 12 de octubre de 2007, compareció a una audiencia pública, junto con Valentina, otra indígena tlapaneca violada también por militares ese mismo año.

Inés asegura: “la justicia no existe para nosotros, nadie ha hecho algo para esclarecer el caso de mi hermano al que mataron el 10 de febrero del 2008, a pesar de tener huellas de tortura y ser hallado en la cabecera municipal de Ayutla, no hay seguridad para la gente que se organiza, no hay gobierno que pueda solucionar los problemas, por eso mejor deciden meter a la cárcel a la gente de la OPIM, solo por organizarse.

Inés dice “yo sé que el gobierno tiene que ver todo lo que pasa en el país, pero también tiene que mirar la discriminación e injusticia a las que estamos sometidas los pueblos indígenas”.

Inés, que acudió a la entrevista en las oficinas de la OPIM, en Ayutla de Los Libres, se ve cansada, preocupada y un poco enferma. Está en Ayutla porque el Centro de Derechos Humanos de la Montaña, Tlachinollan, tuvo que ir por ella a su casa, en Barranca Tecuani, porque el Ejército se presentó en el lugar desde el pasado 2 de febrero.


ME MATARON EN VIDA

Cuando los soldados llegaron, Inés se encerró en su casa, con dolores de cabeza, calenturas y temblores, sus hijos, una niña de 9 años y dos varones de 11 y 5 años, dejaron de ir a la escuela, “Tengo mucho miedo –dice Inés—de que mi hija pueda ser agredida sexualmente por los “guachos”, (así es como la gente de esta región les dice a los miembros del Ejército), como me pasó a mí, o que agredan a mis hijos”.

A pesar de ese miedo, nos sonríe y nos pregunta sobre el trabajo que realiza Cimacnoticias, toma café que nos han preparado otras mujeres miembros de la OPIM que observan a lo lejos.

--¿Qué pasó ahora que los militares entraron de nuevo a tu comunidad?

-- Al ver a los guachos, recuerdo lo que viví y tengo miedo. Desde que fui violada vivo junto al miedo, mi vida es triste, peleo mucho con mi marido.

“Los guachos me robaron la tranquilidad y la de mi familia, como mujer me queda claro que el Gobierno no respeta mis derechos y garantías, como los militares que me violaron; me mataron en vida, ya no soy la Inés feliz que era antes, ahora soy diferente, vivo con miedo”.


--¿Haz tenido algún tipo de acercamiento por parte de alguna autoridad?

-- “A pesar de haber denunciado y pedir justicia, no hay respuesta del Gobierno mexicano, de ninguna autoridad. Ninguna funcionaria, ni diputada, ha intentado ayudarme para que se investigue mi caso”.

“Para mi es claro que ninguna funcionaria o funcionario tiene el interés de solidarizarse con los problemas que tienen las mujeres indígenas y la justicia para sus pueblos”.

“Yo necesitaba apoyo al momento y nadie me lo brindó, ahora que mi caso está en instancias internacionales, que otros países piden justicia, intentan acercarse, pero aún así no hacen nada”.


LA OPIM Y SU FAMILIA

-- ¿Por qué decides incursionar en la OPIM a lado de tu familia?

-- He participado en la OPIM con mi esposo para organizarnos, pedir las necesidades de nuestras comunidades, necesidades que son básicas como tener maestro, médicos, buenos caminos y obras, además porque muchas mujeres se mueren por enfermedad así como muchas niñas y niños.

“Junto con mis hermanos nos fuimos organizando para que los militares no nos robaran nuestras siembras, porque hace varios años los militares se metían a nuestras parcelas y roban lo que sembramos como maíz, calabaza y plátanos, esto fue otra circunstancia que nos obligo a organizarnos”.


--¿Tú mamá y papá pertenecen a la OPIM?

-- “Mi mamá es parte de la OPIM y mi padre nunca conoció esta forma de organizarnos. Lo que le pasó a él fue otra de las circunstancias que nos hizo ser integrantes de la OPIM: yo lucho por él, porque lo asesinaron quemándolo en 1999 en la comunidad y nunca supimos quién lo hizo”.

“Aunque ese día mi papá estaba borracho, solo un cobarde pudo quemarlo, a partir de ahí eso fue lo que nos hizo estar en la OPIM, porque yo y mis hermanos queríamos investigar por qué le hicieron eso a nuestro padre y quién lo hizo”.

Inés es la única mujer en su familia y tenía dos hermanos varones: el más pequeño, Ocotlán, vive amenazado de muerte y el mayor Lorenzo Fernández Ortega, fue asesinado hace un año. “Él era quien más me apoyó cuando fui violada por los militares, siempre me iba ha ver y estaba al pendiente de mí”.


DENUNCIA CONTRA LOS MILITARES

-- ¿Cómo decides denunciar el abuso de los militares?

-- “Es muy difícil lo que me pasó, aún no lo puedo contar con detalle y no lo puedo repetir, pero yo quise ser ejemplo para las mujeres de la zona que sufren violación por los militares, para que vayan y denuncien, pero como les tienen miedo no solo a los militares sino también a sus maridos, esto las hace callar”.

“Yo denuncie por la fuerza y el apoyo que me brindó mi familia y en especial mi hermano Lorenzo, porque además yo sé que hay muchas mujeres que son violadas y no denuncian por miedo, porque dicen “ellos traen armas”, “a ellos los mando el gobierno”, “ellos fácil te matan”, eso piensan las mujeres y hombres de la comunidad y quiero que cambien, que denuncien cuando se violen sus derechos”.

-- ¿Recibiste algún apoyo después de que te atacaron sexualmente?

-- Cuando me violaron los militares no recibí ningún apoyo, ni la del comisario de mi comunidad porque pertenece a otro grupo, que está en contra de la OPIM. En la comunidad. al momento de ser violada me decían, “hay viene mujer de guacho, quién sabe cuánto aguantó”. Pero ya después de que se dieron cuenta de cómo se sufre, ya te respetan y te dan apoyo, pero sobre todo de la gente que pertenece a la OPIM”.


-- ¿Cuándo es que te sientes más segura y se te quita el miedo?

-- Cuando estoy con las mujeres de la OPIM y me dicen que no estoy sola, que están conmigo.


--¿Has pensado en salirte de tu comunidad?

-- No lo he pensado, porque soy de una comunidad y no tengo dinero, si salgo a otra comunidad tengo que comprar terreno para sembrar, por eso no me salgo, mi parcela no la puedo dejar sola. Aunque a veces pienso que en algún momento voy a tener que salir, si acaso el gobierno se enoja mucho más y mande más militares, porque parece que quieren llenar de militares.


La casa de Inés en Barranca Tecuani es pobre, de difícil acceso porque, efectivamente, está entre barrancas. En las escarpadas laderas siembran maíz, calabaza, chile, frijol y cada siembra y cosecha constituye una verdadera proeza, por eso el robo de sus productos por parte de militares es aún más oprobioso. De esas cosechas tienen que comer todo el año.


--¿Qué pasó en tu parcela, Inés?

-- Los guachos entraron a mi parcela, yo no tengo sembrado otra cosa, no pueden decir que tenemos droga, por eso pido que suban los periodistas y vean lo que sembramos.

Maíz, calabaza y chile es lo que se ve en la milpa de Inés, que evidencia también la destrucción y el saqueo que, explica ella, hicieron los militares.

Bajamos a las barrancas con Fortunado, el esposo de Inés; con Obtilia, con una abogada, dos abogados y otros miembros del Centro de Derechos Humanos de la Montaña, Tlachinollan, quienes fueron a levantar la queja y a documentar el robo.

Fortunato les dice a los abogados, a través de Obtilia, que él solo vio a los guachos de lejos y no había bajado a su parcela. Reitera que lo hay en su parcela es lo que su familia tiene para comer todo el año.


--¿Cuál es tu mayor sueño, Inés?

-- Mi sueño es vivir tranquila con mis hijos, con mi esposo y toda mi familia. A pesar de todo lo que me pasó, quiero tratar de hacerlo, pero cuando lo intento ahí están de nuevo los guachos otra vez en mi comunidad y me reviven lo que me ha pasado no me dejan vivir en paz.

Mientras, el Centro de Derechos Humanos de La Montaña, Tlachinollan, está en espera de que el Estado mexicano atienda la recomendación que le hizo la CIDH en noviembre pasado, que se repare el daño y se castigue a los responsables.

Pero si el Estado no las acepta, la CIDH emitirá un Informe final o el caso se irá a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH), como lo pidió en diciembre pasado Tlachinollan.


09/STP/GG


¡TODO EL PODER AL PUEBLO!