¡TODO EL PODER AL PUEBLO!
No hay Practica Revolucionaria sin Teoria Revolucionaria
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Etiquetas: Chile, Salvador Allende
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Etiquetas: Chile, Latinoamerica, Movimientos Sociales
Al Pueblo de Chile:
A la Juventud Chilena:
Hermanos y hermanas de Chile.
Les hablo a nombre de las mujeres, hombres, niños y ancianos del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, indígenas mayas en su inmensa mayoría, que resistimos en las montañas del sureste mexicano contra el neoliberalismo y por la humanidad.
Reciban todos y todas, jóvenes chilenos, nuestro saludo zapatista.
Agradecemos a los hermanos y hermanas que hoy nos dieron la oportunidad de que nuestra palabra llegue hasta el Chile rebelde.
Pedimos para ésta nuestra palabra, un lugar en su rabia de ustedes, en su dolor y, sobre todo, en su esperanza.
No voy a hablarles de los zapatistas mexicanos, de nuestra lucha, de nuestros anhelos, de nuestros sueños, de nuestras pesadillas, de nuestra resistencia. Después de todo, comparados con los hombres y mujeres, particularmente los paridos por estas tierras, que han iluminado los cielos de Latinoamérica, los zapatistas seguimos siendo aún una lucecita débil y lejana.
No, nuestra palabra es ahora para unir nuestro saludo y nuestro homenaje a un latinoamericano, a un chileno del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, MIR, caído en combate contra la dictadura pinochetísta el 5 de octubre de 1974.
Hoy nuestra palabra es para saludar a Miguel Enríquez Espinosa.
Y lo saludamos hoy, hoy que bajo los cielos de América Latina, ésa que duele del Bravo a la Patagonia, los poderosos nos ponen en las manos un puñito de polvo y nos dicen: "Esto es lo que queda de tu patria".
Y hoy, esos mismos, los de arriba, nos muestran las imágenes de la geografía que han impuesto en parte de nuestros suelos:
Donde había una bandera, hoy hay un centro comercial.
Donde había una historia, hoy hay un puesto de comida rápida.
Donde florecía el copihue, hoy hay un páramo.
Donde había memoria, hoy hay olvido.
En lugar de justicia, limosna.
En lugar de Patria, un montón de escombros.
En lugar de memoria, inmediatez.
En lugar de libertad, una tumba.
En lugar de democracia, un spot publicitario.
En lugar de realidades, cifras.
Ellos, los de arriba, nos dicen: "Éste es el futuro que te prometimos, disfrútalo".
Eso nos dicen y mienten.
Este futuro se parece demasiado al pasado.
Y, si miramos con atención, tal vez veamos que ellos, los de arriba, son los mismos de ayer.
Los que, igual que ayer, hoy nos piden paciencia, madurez, sensatez, resignación, rendición.
Esto ya lo hemos visto, lo hemos oído antes.
Los zapatistas recordamos. Sacamos la memoria de nuestras mochilas guerrilleras, de nuestros bolsillos de los uniformes de campaña.
Recordamos.
Porque hubo un tiempo en que toda la América Latina estaba aquí nomasito.
Bastaba estirar la mano y se tocaban los corazones de los pueblos latinoamericanos.
Bastaba voltear un poco la mirada y ahí estaban el relámpago desparramado del Amazonas, la cicatriz indeleble de los Andes, el soberbio estar del Aconcagua, la interminable Tierra de Fuego, el siempre inquieto Popocatépetl.
Y con ellos estaban los pueblos que les dieron nombre y vida.
Porque hubo un tiempo en que Chile y todos los países de la América Latina quedaban más cerca de México que el imperio que, desde el norte geográfico y social, impone lejanías a quienes compartimos la vecindad de la historia.
Hubo un tiempo.
Tal vez todavía es ese tiempo.
Hoy, como ayer, el dinero hermana soberbias.
Hoy, como ayer, de la mano de las poderosas transnacionales, el poder militar extranjero pretende hoyar nuestros suelos, a veces embozado en uniformes de ejércitos locales, o con asesores, embajadas, consulados, agentes encubiertos.
Hoy, como ayer, esos dineros intentan comprar certificados legales de impunidad para los gorilas que les sirvieron y que, siempre lo supimos, cuando decían "Patria" no hablaban de Chile, de Argentina, de Uruguay, de Bolivia, de Brasil. No, la bandera que saludaban era la de las barras y las turbias estrellas.
Hoy, como ayer, el norte revuelto y brutal cerca y pretende asfixiar esa solitaria estrella de dignidad que brilla en el caribe.
Hoy, como ayer, los gobiernos de algunos de nuestros países le sirven de triste comparsa en el innoble empeño de doblegar al pueblo de Cuba.
Hoy, como ayer, el imperio que se abroga el papel de policía mundial y atropella leyes, razones, pueblos, es el mismo.
Hoy, como ayer, quien pretende desestabilizar a gobiernos legales y legítimos, pero que no le son subordinados (ayer Chile, hoy Venezuela, siempre Cuba), es el mismo.
Hoy, como ayer, aquel sistema que se erige sobre la mentira, el engaño, el fraude, la dictadura del dinero, pretende damos lecciones de democracia, de libertad, de justicia.
Hoy, como ayer, quien democratiza el dolor, la miseria, la muerte para los pueblos de nuestra América, es el mismo.
Hoy, como ayer, quien persigue, quien tortura, quien encarcela, quien mata, es el mismo.
Hoy, como ayer, se nos hace la guerra, en veces con balas, en veces con programas económicos, siempre con mentiras.
Hoy, como ayer, el terror real, el que de arriba viene, llama al dios para justificarse.
Hoy, como ayer, se pretende ocultamos que sí, que es un dios quien los alienta, pero es el dios del dinero.
Hoy, como ayer, en algunos países los pusilánimes son gobiernos.
Hoy, como ayer, las claudicaciones se disfrazan con argumentos complejos, encuestas, trajes de marcas exclusivas, espejos vueltos del revés.
Tal vez todavía es ese tiempo.
Tal vez no.
Porque hoy, el nuevo y complicado ropaje con el que se viste la brutalidad de la ganancia para los menos, a costa de la pérdida para los más, lleva adelante una verdadera guerra mundial contra la humanidad.
Naciones enteras son desvastadas.
Se conquistan territorios.
Se reordena la geografía mundial.
Se derrumban las fronteras para los dineros y se alzan para los pueblos.
Las culturas históricas de nuestros pueblos tratan de ser suplantadas por frivolidades instantáneas.
En algunos países, en lugar de gobiernos nacionales hay gerencias regionales.
Se malbaratan los recursos naturales, la tierra, la historia; y sobre las cordilleras que zurcen y unen América desde el sur del Bravo hasta la Tierra de Fuego, quieren plantar un letrero que anuncia, que advierte, que amenaza: "Se vende ".
Los pobres, los desposeídos, es decir, quienes forman la inmensa mayoría de la humanidad, son confiscados y clasificados.
Confiscados de su dignidad, clasificados en las periferias de las grandes ciudades, en las orillas de los programas gubernamentales, en los rincones del futuro que ahora se decide, en algunos países, no en los parlamentos o en las casas nacionales de gobierno, sino en las juntas de accionistas de las multinacionales.
Hoy la explotación es más brutal que nunca antes en la historia de la humanidad, hoy el cinismo es credo filosófico de quienes pretenden gobernar el planeta, es decir, de quienes tienen todo, menos vergüenza.
Hoy la guerra contra la humanidad, es decir, contra la razón, es más mundial que nunca antes.
Hoy la guerra es en todos los frentes y en todos los países.
Si ayer era un deber oponerse, luchar, resistir frente a la estúpida lógica de la ganancia, hoy es, simple y llanamente, un asunto de supervivencia individual, local, regional, nacional, continental, mundial.
Hermanos y hermanas de Chile:
Hubo un tiempo en que toda la América Latina quedaba aquí nomasito.
Tal vez todavía es ese tiempo.
Tal vez la memoria colectiva que, como latinoamericanos nos da identidad, tome nombres y fechas en el calendario para decir, para decimos, que hay una patria más grande que la que nos da bandera.
¿Con cuántos nombres se viste el calendario del dolor de nuestras tierras?
Sí en nuestra América, Ernesto Che Guevara es uno de los nombres con el que Octubre se levanta, el calendario de los de abajo que somos se ilumina cuando se llama Turcios Lima y Yon Sosa en Guatemala, Roque Dalton en El Salvador, Carlos Fonseca en Nicaragua, Camilo Torres en Colombia, Carlos Lamarca y Carlos Marighela en Brasil, Inti y Coco Peredo en Bolivia, Raúl Sendic en Uruguay, Roberto Santucho en Argentina, César Yáñez en México.
Y sólo nombro a algunos de los muchos que decidieron en nuestra América Latina, en su tiempo y en su modo, ponerle un gatillo a la esperanza y que, a la dosis de ternura que nos exige Latinoamérica para amarla, agregaron una cierta dosis de plomo... y de sangre... su sangre.
El problema con todos esos que duelen en el calendario, es que no se van así nomás. No, al contrario, se van dejándonos como una deuda, como algo que debemos saldar para poder nombrarlos sin vergüenza, sin pena.
Hay quien señala que aquellos hombres y mujeres que tomaron y toman como camino la rebeldía armada tuvieron, o tienen, una fascinación por la muerte, vocación para el martirio, ansias mesiánicas; que sólo desean un lugar en las canciones de protesta, en las poesías, en los corridos populares, en las camisetas juveniles, en los puestos de souvenirs del turismo revolucionario.
Hay quien piensa y dice que las causas se derrotan cuando mueren quienes las luchan, es decir, quienes las viven.
Hay quien dice que el doloroso octubre latinoamericano rompió en pedazos la esperanza en Chile, en Uruguay, en Argentina, en Bolivia, en México, en toda la América Latina.
Puede que sea así
Pero puede que no,
Puede ser que quienes, como Miguel, se armaron para decir "No", en realidad estaban diciendo "Sí" a un mañana entonces lejano.
Puede ser que quienes, como Miguel, pusieron fuego a su palabra, no lo hicieron para incendiar con la muerte, sino para iluminar la vida.
Puede ser que quienes, como Miguel, pensaron y dispararon, no lo hicieron para tener un lugar en el museo de la nostalgia revolucionaria, sino para que los pueblos, todos, tuvieran un lugar en el mundo.
Puede ser que el calendario en el que transcurra el mañana no tenga nombres o, mejor aún, tenga todos los nombres.
Porque puede ser que para eso fue que las ausencias que dolemos en cada mes latinoamericano, pusieron una crucecita en el calendario, como la que duele este 5 de octubre.
Puede ser, porque esas ausencias, en lugar del hueco, dejan las ganas de luchar la esperanza, que es así como nosotros los zapatistas decimos "cambiar el mundo ".
Puede ser.
Puede ser que la esperanza se alimente, como nuestra América, de la memoria.
Y puede ser que la memoria no sea otra cosa que el pegamento para volver a unir la esperanza que se ha roto en el calendario que nos imponen.
Puede ser que esa memoria, la que hoy nos convoca y vuelve a poner a la América Latina aquí nomasito, no sea una herencia que esos dolores nos legaron, sino un deber que nos marcan.
Puede ser.
Tal vez para saberlo es que estamos aquí, incluso los que no estamos.
Porque puede ser que el hoy no sea igual al ayer.
Un revolucionario chileno, de ésos que hacían temblar cuando empuñaban una guitarra, Víctor Jara, tal vez pensando en los tiempos que hoy cargamos, dijo, nos dijo, nos dice que "Es difícil encontrar en la sombra claridad, cuando el sol que nos alumbra descolora la verdad". Y dijo, nos dijo, nos dice. "Ojalá encuentre camino para seguir caminando ".
Y fue en tierras chilenas, hace mucho tiempo, que Manuel Rodríguez dijo, nos dijo, nos dice, como mostrando el camino, "Aún tenemos Patria ciudadanos ".
Y otro uno, también chileno, aquí nomás cerca y bajo la metralla que le buscaba el corazón, tuvo la entereza y sabiduría para decir, para decirnos, "más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor"
Puede ser que el hoy no sea igual al ayer.
Puede ser que se hayan aprendido las lecciones y, pronto, donde antes se emborronaban cuartillas en la historia latinoamericana, se enmendará la letra y terminará por leerse, con la claridad de quienes miran desde abajo, que "democracia" , "libertad" y "justicia" son palabras graves y que se acentúan en el corazón, es decir, en el lado izquierdo del pecho colectivo que somos.
Quisiera decir que venceremos, que no nos moverán, que el futuro será nuestro, que romperemos mil cadenas, que la libertad es un horizonte cercano; pero nosotros los zapatistas creemos que no será así porque lo depare un destino oculto o manifiesto, sino porque trabajemos y luchemos por ello.
Hermanos y hermanas:
Esto quiere decirles nuestra palabra:
Bien haya la vena abierta de América Latina que se llama Chile y que tiene en la sangre no a la ITT, no a la Anaconda Copper, no a la United Fruit, no a la Ford, no al Banco Mundial, no a Pinochet, ni a los nombres con los que ahora se visten unas y otros, sino a sus obreros, sus campesinos, sus estudiantes, sus mapuches, sus mujeres, sus jóvenes, su Víctor Jara, su Violeta Parra, su Salvador Allende, su Pablo Neruda, su Manuel Rodríguez, su Miguel Enríquez, su memoria.
Hermanos y hermanas de Chile:
Reciban todos y todas el saludo de quienes los admiramos y queremos, nosotros, los zapatistas mexicanos.
¡Salud Chile!
Desde las montañas del Sureste Mexicano.
Subcomandante Insurgente Marcos.
México, Octubre del 2009
P.D. Disculpen si mis palabras no han sido una arenga, como si lo fue la vida y la muerte de quien, treinta años después, hoy nos llama. En realidad nosotros sólo queríamos aprovechar este acto para pedirles a todos ustedes, humildemente, respetuosamente, que, en nuestro nombre, pongan un rojo copihue en la tierra que lo guarda, y que le digan a él que acá, en las montañas del sureste mexicano. Octubre también se llama Miguel.
¡TODO EL PODER AL PUEBLO!
Publicado por Hugo en 7:04 0 comentarios
La izquierda chilena gobernando con la superestructura juridica de la dictadura derechista.
Para las organizaciones políticas, sociales o culturales, de carácter popular, no es ninguna novedad que en nuestras luchas por la justicia y la felicidad para los pobres y marginados, el enemigo, el antagonista a estos objetivos, sea el Estado chileno, por la sencilla razón que este Estado no es democrático. Por ejemplo, el Poder Ejecutivo en Chile, en muchos aspectos, se comporta igual que en la Dictadura Militar.
Abner Vega Cabrera (vocero de Inquietando Desde el Margen)
Viernes 25 de enero de 2008
Cuando Francisco Vidal, vocero del gobierno de Michelle Bachelet, dice que “en Chile existe un estado de derecho”, se está refiriendo a un Estado de Seguridad Nacional, que defiende una economía de capitalismo salvaje, heredado de la Dictadura de Pinochet.
De hecho, la Presidenta Bachelet, dijo este lunes 21 que el llamado “segundo tiempo” de su gobierno va a tener como primera prioridad la mantención del orden público y que “lo vamos a mantener con toda la fuerza de la ley”. Lo que ella no señala, es que el orden a que se refiere es el silenciamiento de la protesta popular a como de lugar y la ley que se aplicará es la Constitución Política de 1980 (aprobada fraudulentamente durante la Dictadura Militar) y leyes como la Antiterrorista, creada y usada por Pinochet para justificar el terrorismo de Estado contra la oposición y que la Concertación la ha usado para reprimir la protesta social y en particular las luchas reivindicativas del Pueblo Nación Mapuche.
Necesaria solidaridad mutua entre chilenos y mapuche
El movimiento mapuche desarrolla un proceso de lucha, independiente de las luchas de las organizaciones populares chilenas. Si no somos capaces de entender esto, seguiremos cometiendo muchos errores que en el pasado llevaron a la invisibilización de las luchas propias de este pueblo y a la legítima desconfianza de sus organizaciones respecto de las nuestras. Ahora, como el enemigo de las organizaciones populares chilenas es el mismo Capitalismo que explota y domina al pueblo mapuche y el mismo Estado que garantiza las condiciones para que el empresariado aumente su capital; es nuestro deber la solidaridad mutua y la coordinación de las luchas chilenas y mapuche.
En el sur de nuestro país, en las comunidades mapuche, existe un verdadero estado de sitio (situación de guerra), es la militarización que denuncia Patricia Troncoso, la Chepa, con una Huelga de Hambre en la que ya cumplió 105 días sin ingerir alimentos.
Esta militarización incluye allanamientos sin orden judicial por contingentes de más de 100 hombres armados que se trasladan en buses, tanquetas y helicópteros; hostigamientos que incluyen, controles por los caminos, destrozos de puertas, vidrios, muebles, cercos y sembrados; trato abusivo y degradante, que incluye bofetadas, culatazos de armas, amenazas con armas a niños, ancianos y mujeres; sustracción de bienes, etc.
Secuestro y tortura de Patricia en el Hospital de Chillán
En los últimos días a Patricia la mantienen virtualmente secuestrada, ya que la trasladaron al Hospital de Chillán en contra de su voluntad, la de su familia e incluso contra la recomendación del equipo médico nombrado por el propio gobierno para realizar un informe hace unos días, ya que ellos habían planteado la necesidad de su traslado a Santiago. En Chillán la han mantenido en la Unidad de Pensionados, ya que la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos), que es donde debería permanecer, está en remodelación; allí está sin un aparato de respiración artificial; el Hospital no cuenta con algunos médicos especialistas (por ejemplo, un nefrólogo o un inmunólogo), ya que se encuentran de vacaciones; el suero que le suministran se debe mandar a buscar a Santiago, etc.
Pero más grave aún, quienes realmente están a cargo de ese recinto son agentes de inteligencia, de hecho quién ha informado a la prensa del estado de salud de la comunera, ni siquiera a sido el Director del Hospital, sino que los médicos de Gendarmería (guarda cárceles), quienes han mentido descaradamente respecto del estado de salud y las condiciones en que mantienen a la Chepa; las integrantes del equipo médico de confianza de Patricia no han tenido acceso a las fichas clínicas, ni a resultados de exámenes y muchos informes médicos son de carácter secreto; los funcionarios del Hospital permanecen atemorizados por el control y las amenazas de represalias, si muestran gestos de simpatía por Patricia o hacia los manifestantes que la apoyan, lo que ha llevado al Presidente del Colegio Médico en Ñuble (provincia a la que pertenece Chillán) a denunciar por la prensa el “secretismo que reina en el Hospital” y que este se ha convertido en una cárcel de alta seguridad.
Además, la Chepa ha sido sometida a una verdadera tortura, permanece con prohibición de recibir visitas; el personal que la resguarda come delante de ella; se le ha mantenido amarrada de brazos, piernas y cintura; se le ha drogado para hacerle injerir complementos alimenticios contra su voluntad, violando la declaración de Malta sobre personas en Huelga de Hambre, adoptada por la Asociación Médica Mundial en 1991 y revisada el 2006, que señala que no es ético forzar a alimentarse a los huelguistas de hambre.
Ella se ha resistido con todas sus fuerzas, producto de lo cual está cubierta de hematomas. Este martes 22 fue ingresada a pabellón de operaciones para instalarle un catéter endovenoso, por la fuerza y poniendo una vez más en riesgo su vida. Sin embargo, ella volvió a manifestar que no va a aceptar ingerir ningún alimento, mientras no existan compromisos firmados y con fechas sobre los beneficios que ella pide para ella y otros 2 comuneros.
Por último, este martes ella planteó, en caso que el Estado y el gobierno de Bachelet la deje morir sin atender a sus peticiones, su deseo de ser enterrada en una comunidad mapuche.
Es necesario y urgente redoblar las movilizaciones de apoyo
El estado de salud de Patricia es realmente grave, un desenlace fatal puede ocurrir en cualquier momento y ante este panorama, las organizaciones populares chilenas y de solidaridad con la causa mapuche no hemos sido lo suficientemente constantes, ni hemos tenido la coordinación que provoque hechos políticos de magnitud.
Ya no sirven las acciones destinadas a sensibilizar a la ciudadanía, ni las acciones aisladas sin trascendencia nacional e internacional, ya que lo único que puede quebrar la insensibilidad del gobierno es la presión internacional.
En este sentido, se hace necesario realizar acciones coordinadas a escala nacional e internacional, por ejemplo, multiplicar huelgas de hambre en varias ciudades del país y jornadas nacionales de protesta.
Pedimos a todas las organizaciones populares chilenas que hagamos un esfuerzo adicional y que este jueves 24 realicemos diversas acciones de protesta durante todo el día y que preparemos para las 19.00 hrs., la realización de marchas masivas, donde sugerimos asistir con casaquillas amarillas que digan IMPUTADO POR SER MAPUCHE, en todas las ciudades y pueblos del país.
Para el jueves, llamamos también a realizar acciones frente a todas las embajadas y consulados chilenos en el mundo. También les pedimos hacer un esfuerzo extra para hacer llegar informaciones a todas las agencias internacionales de noticias.
¡Manifestemos, protestemos, denunciemos!
¡Exijamos tierra, justicia, libertad y dignidad!
¡Por la libertad de todas las y los Prisioneros Políticos Mapuche!
¡Por el fin de la militarización de Wallmapu!
¡Por la derogación de la Ley Antiterrorista!
¡Contra el Femicidio de Estado!
¡Contra el Etnocidio!
PATRICIA TIENE QUE VIVIR, PATRICIA LIBRE AHORA
¡TODO EL PODER AL PUEBLO!
Publicado por Hugo en 5:02 0 comentarios
Etiquetas: Chile, Dictaduras, Mapuches, Represion, Revolucion bolivariana